domingo, 14 de octubre de 2012

A la bailaora sin zuecos

Fotografía: Roberto Greciano
¿Qué fue de aquellos pies descalzos y de la música? Póngame otra línea más, que esto se tercia turbio. Y sacó el bolígrafo y le versó un gesto; y, luego, para adentro el blanco. Soy poeta, dijo, y me sobran los miedos. Y yo que te dije que nada de malgastarse en retóricas. Mire, compadre, que yo no soy sordo y que si la calle grita yo me parto el calzado. Pero si dejas el invierno, yo me quito de coplero; que no hay llanto más feo que el que rima en consonante, ni brazo que no cure la página en blanco.


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