jueves, 31 de mayo de 2012

Ya no hay margen para el tal vez

Querer darle sentido a mi yo de sexto de primaria, al bus y a las veinte paradas de metro que distaban de un colchón y al dos de enero de mis diecisiete. Querer (re)descubrir las cicatrices de los andenes que me recorren  en tiempo y que se tornan vísceras de mis entrañas. Querer saltar al vacío, como va a hacer ya tres junios, y ser capaz de aferrarme a la alquimia y estallar en altura, sin gravedad. Querer ser pluma de la golondrina que abraza, bañarme en tinta y caminar. 
Querer 
y hacerlo.





miércoles, 16 de mayo de 2012

De plazas llenas


La señora del cilantro vive en los suburbios de Madrid. En los bajos, si coge la línea 6, y en las galerías enmarañadas que recorren los caminos que llevan al madroño. Tiene horario fijo y su esquina es la de la derecha en la salida a Bravo Murillo, justo tres pasos por delante del señor de las carteras para abonos. En su puestecillo intermitente, que depende de la frecuencia de paso del personal de seguridad, siempre hay conversación y es espacio de reunión para la totalidad del barrio. Especialmente en épocas como éstas en las que la veneración al sol se confirma como tradición de todo buen vecino. La bachata apura fuerte a cualquier hora y las ropas al clareo inundan las baldosas en un ejemplo de convivencia en común. Las corralas acogen aleteos primaverales y  el del cuarto recita versos con acento uruguayo a cada transeúnte con falda. ¡Qué bonito ver  como el calor hace renacer el latido de la patria reconstruida en la distancia, a base de retazos de historias y de geografía!
- El sol pega hoy fuerte en el malecón, me han dicho.- Dice la mujer del cilantro.
- Mi reina, por aquí tampoco tenemos queja. 

  

martes, 15 de mayo de 2012

Indemnizar a quién


Ansiaron
y agotaron su oro, che.
Su plata ya no les sirve
para explotar lo nuestro.

(Carcajada general)

Que el españolito se ponga
el chaquetón de pinotea
que esto, asere, se pone matungo.


(Dijo el cubano)

Y... del colombiano, ¿alguien sabe algo?

En Arauca llantos
y una petrolera. 





lunes, 14 de mayo de 2012

Te he anudado
en mañanas pasajeras
a los raíles de mi entrepierna.
Te he anudado
al níveo revestir de mis entrañas
y he abatido las lógicas de mi pecho.

Se me ha agarrotado
la moneda de cambio del recluso
y mis raíces han viajado al sur
para (re)encontrarse contigo.

Sin embargo, en madrugadas como ésta
te he bebido en otros rostros
y he blasfemado tu ausencia.
Me he fingido recomponer en la rigidez de mis formas
y me ha golpeado la gélida insensibilidad del que no ama.

He creído creer
y sólo me he engañado.
Tal vez, por ello,
sea hoy tiempo de emprender el rumbo
de dar muerte, así, 
al ciclo de (mis) pretéritos inconclusos.

domingo, 13 de mayo de 2012

Empirismo científico

Mis apuntes dicen que el método cualitativo es igual de válido que el cuantitativo. Y, sin embargo, a mí esta sociedad se me atoja contraria. Tal vez debería(mos) preguntarle al banquero y al poeta.

sábado, 12 de mayo de 2012

12M15M



¿Qué tal si deliramos por un ratito? ¿Qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible? Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir no más, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega. Nadie vivirá para trabajar, pero todos trabajaremos para vivir. Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas… Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas. La justicia y la libertad, hermanas siamesas, condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda.

viernes, 11 de mayo de 2012

Praça do Comércio, Lisboa

Queda el olor a café impregnado en amaneceres caducos, los arañazos en el sofá  y el aliento en el portazo. Quedan los retazos de sábanas rasgadas y la espuma de la cerveza desnuda sobre la encimera. Quedan las llaves en el cerrojo y un colchón desierto. Porque ella hace tiempo que echó a andar y hoy estará demasiado lejos. Parece ser que la cosa va de cuerpos y de carreteras. Que no hay brújulas fijas y que este nuestro Madrid no es eterno o tal vez se nos quede pequeño.