Hoy ella también te echó de menos. Lloró. Cada lágrima un pétalo... y finalmente, desnuda añoró tu abrigo. Esperó tu abrazo, tu mano y tu gesto; ahogándose en un mar seco, perdiéndose en las profundidades de lo oscuro. La distancia, el tiempo, dieron lugar a su adiós; la noche llegó, y el olvido venció. Las promesas perdieron fuerza, como el huracán que ahora es brisa... y, ¿ella? Decidió hibernar.
Recuerda, no es a la primavera a quien espera.
todas hibernamos
ResponderEliminaradoro tus letras :D