- Ahuécate el pecho que esta noche te rasgo de adentro.
Y a mí se me abrazaron los párpados al mirar. Yo ya no sé si por miedo o por ganas; tal vez, por el miedo en las ganas.
- Sólo si vienes a romper y no a curar, que de vendas ya he tenido bastante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario