miércoles, 1 de septiembre de 2010

Don´t cry.

No hay tregua ni calma en un latir sofocante, y al poco pausado. Mis dedos recorren una vez más tu cara, con la promesa de no olvidar tu rostro. Tu mirada me detiene y me atrapa, mientras me sumerjo y me encuentro hermosa solamente a través de tus ojos. Me abrazas cada vez más fuerte y pido tregua, que pare el tiempo, que dure siempre. Una canción más que suena, que se une a la banda sonora de una promesa que le hace frente al futuro: "No te olvides de mí", mientras todo sucede.
- Me haces feliz, me vuelves loco, podría besarte para siempre...
El fin marcado se torna breve aliado en un intenso encuentro. Te doy la mano, confío en ti, contigo emprendo el viaje.
- Espera -bajas el volumen- puedo escuchar el latir de tu corazón...
- Él también cree en ti.
Blanco y negro en contraste perfecto; miradas y sonrisas en una bella sintonía nunca antes conocida. Me muestras una canción...
- Bonita pero triste de esas que hacen pensar -dices.
- A veces, escuchas una canción y necesitas cerrar los ojos. Una vez que esta acaba los abres y te sientes un extraño en este mundo.
Me miras y callo; te conozco, yo también soy así.
- Cierra los ojos (...).
Pandémonium de Apocalyptica
Ahora, te necesito. No te vayas, quédate por qué he comenzado a quererte sabiendo que lo hacía. Te permito perder cosas, pero no a mí.

Amaría poder prometer volver... aunque sé que todavía no te he dejado.
Recuerda, el amor es un círculo.


- ¿Quieres bailar?
- Mientras sea contigo, siempre.


I miss you.